Enviudó y convirtió en esclavas sexuales a sus dos hijas de 7 y 12 años. Sucedió en Santiago del Estero.
La tremenda historia de un padre que abusaba de sus dos pequeñas hijas historia es ventilada desde ayer, a puertas cerradas, en un juicio en contra de un jornalero bandeño de más de 40 años.
Temprano, los fiscales Alicia Falcione y Juan Allende presentaron la odisea al tribunal.
Al morir la madre de las nenas, el padre, lejos de protegerlas empezó a someter sexualmente a la nena de 12 años, aprovechando que la de 7 iba a la escuela. La víctima tenía penado confiarle “semejante secreto” a la hermanita, publica el diario El Liberal.
Los familiares intuían que la tristeza de la niña se debía a la falta de su madre, pero ninguno se imaginaba las violaciones que sufría por parte de su padre.
Tanto pisoteó la dignidad de su hija, que ésta dijo basta y estalló en llanto ante su tía. “Mi papi me viola, ayudame”, imploró y la mujer acudió ante la Justicia.
Sobrevino un proceso extensivo a la otra niña, quien en Cámara Gesell confesó que a ella también la manoseaba de noche.
“Abuso sexual con acceso carnal” y “abuso simple”, agravado por su condición de padre son los cargos.
El individuo, inmutable, ayer enfrentó a los jueces asistido por el defensor oficial Walter Nicolai. Las víctimas, hoy adolescentes, son representadas por la defensora oficial Cecilia Pinto.