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El hecho se registró el viernes cerca de las 19 en la intersección de la calle Tierra del Fuego con Estanislao del Campo.

Conducía alcoholizado y sin seguro el policía que chocó, mató y escapó

Se negó al test y a los efectos legales se considera alcoholemia positiva

El sargento ayudante Juan M. (45) afronta una acusación que podría representarle una pena de hasta 6 años de cárcel. También estuvo preso por un escándalo de tinte sexual.

El 22 de abril del año pasado, el sargento ayudante Juan M. (45) fue excarcelado mediante caución tras permanecer detenido por 96 días como sospechoso de la presunta comisión de los delitos de cohecho, extorsión, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso sexual en perjuicio de internas de la Seccional Segunda.

Además, afronta una causa paralela por infracción a la ley de estupefacientes en el Juzgado Federal de Oberá, ya que en el allanamiento a la citada dependencia hallaron picadura de marihuana en el casillero de guardia del mismo policía.

A consecuencia de aquel escándalo, la Jefatura de la Policía de Misiones ordenó su pase a disponibilidad, es decir la suspensión transitoria -que sigue vigente- hasta que la Justicia defina la situación penal del imputado.

En tanto, si bien hace un año que dejó de cumplir funciones en la fuerza por hallarse en disponibilidad, siguió percibiendo el 60 por ciento de su sueldo, como indica el reglamento institucional.

Pero el último viernes su nombre volvió a verse implicado en un hecho gravísimo, cuando efectivos de la Unidad Regional II, sus propios camaradas, lo detuvieron como autor del siniestro vial que se cobró la vida de Rafael Alberto Ferreira (48), quien conducía una moto de 150 centímetros cúbicos.

El hecho se registró minutos antes de las 19 en la intersección de la calle Tierra del Fuego con Estanislao del Campo, en el barrio Loma Porá de Oberá.

El policía conducía una camioneta Volkswagen Amarok y se dio la fuga. Su posterior identificación fue posible por el aporte de las cámaras de seguridad de una vivienda del lugar.

No tenía seguro

A consecuencia del impacto Ferreira falleció prácticamente en el acto. Lejos de asistir a la víctima, el conductor de la Amarok abandonó el lugar del hecho a toda velocidad.

Así comenzó la investigación que derivó en su detención, pasadas las 20.30 del viernes, en el barrio 40 Viviendas, donde también se procedió al secuestro de la camioneta.

En primera instancia el policía implicado fue trasladado a la Seccional Segunda, donde se negó a que le practiquen el análisis de alcoholemia, por lo que legalmente se determinó que conducía bajo los efectos del alcohol.

“Si el conductor se niega al test, se da por hecho que está alcoholizado. La normativa es taxativa en tal sentido, ya que de lo contrario no tendría razón de ser. Además, según lo que relataron sus camaradas que lo detuvieron, era evidente que estaba alcoholizado”, puntualizó una fuente con acceso al expediente.

En consecuencia, preventivamente la causa fue caratulada como homicidio doloso en accidente de tránsito por el Juzgado de Instrucción Uno y el imputado quedó alojado en la Seccional Quinta, dependencia que cuenta con un sector destinado a integrantes de las fuerzas de seguridad.

Se trata del mismo lugar donde ya estuvo preso por más de tres de meses por la causa anterior que derivó en su disponibilidad.

Otro aspecto que complica su situación penal es que la camioneta que conducía carece de seguro.

Al respecto, el artículo 84 bis del Código Penal establece penas de 2 a 5 años de cárcel para quien conduzca de “manera imprudente, negligente o antirreglamentaria (por ejemplo sin seguro) y cause la muerte de otra persona.

Pero la pena aumenta 3 a 6 años si el conductor se da a la fuga, no intenta socorrer a la víctima o está bajo los efectos de estupefacientes o alcohol.

Causa previa

Con relación a la causa anterior que pesa sobre el sargento ayudante Juan M., el 22 de abril del año pasado fue excarcelado mediante una caución personal de su defensora, un recurso de excepción que posibilitó sortear inconvenientes burocráticos surgidos por las restricciones del aislamiento social obligatorio en el marco de la pandemia del Covid-19.

En dicho expediente, aún vigente, está investigado por la presunta comisión de los delitos de cohecho, extorsión, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso sexual en perjuicio de internas de la Seccional Segunda, donde trabajaba.

Dicha causa se viene tramitando con extrema lentitud ya que el Juzgado de Instrucción Uno no cuenta con juez natural y se suceden las subrogaciones, puesto que Alba Kunzmann de Gauchat inició sus trámites de jubilación.

Al mismo tiempo, las restricciones por la pandemia limitan el accionar judicial y en los últimos meses las actuaciones se redujeron a resolver pedidos de excarcelación, por lo que aún está pendiente la declaración de testigos.

En este punto, un hecho no menor indica que de las siete mujeres que estaban detenidas en la Seccional Segunda y apuntaron al policía, cinco ya recuperaron la libertad y la mayoría estaba privada de su libertad por causas federales, por lo que varias de ellas ni siquiera residen en la provincia.

Favores por sexo

La denuncia original fue radicada el 17 de enero del año pasado por una mujer de 43 años que se hallaba detenida en la Seccional Segunda desde septiembre pasado, quien detalló un presunto modus operandi encabezado por el sargento ayudante Juan M.

En tanto, para preservar la integridad de la testigo la justicia decidió su traslado a la Unidad Penal V de Mujeres de la ciudad de Posadas.

Posteriormente, otras detenidas corroboraron las acusaciones y mencionaron que el policía “alquilaba” celulares a cambio de dinero, cigarrillos o hasta favores sexuales.

También existen indicios de otros delitos como extorsión y cobro de coimas para “agilizar” expedientes, según indicaron desde la investigación.

La Seccional Segunda es la única dependencia de Oberá que alberga mujeres, desde contraventoras hasta acusadas de homicidio y delitos federales, como infracción a la ley de drogas.

Una fuente de la investigación mencionó que el modus operandi se extendió por mucho tiempo y era habitual que los efectivos de la Segunda fueran catalogados como coimeros.

También reconocieron que en más de una ocasión abogados del medio se quejaron por la inconducta de ciertos uniformados que operaban a favores de ciertos profesionales en desmedro de otros.

La situación de Juan M. se complicó aún más tras el hallazgo de picadura de marihuana en su cofre de guardia, ante lo cual el Juzgado Federal inició una causa paralela. En el mismo casillero hallaron bombachas y preservativos.

Durante su carrera el citado policía afrontó varias causas internas, por lo que perdió ascensos y su rango actual no condice con los años de servicio.

La víctima era vecino del policía

Las circunstancias del deceso de Rafael Alberto Ferreira conmocionaron a los vecinos del barrio Caballeriza de Oberá, donde también reside el acusado de atropellarlo, el sargento ayudante Juan M.

De todas formas, según fuentes del caso, la captura del policía y el secuestro de la camioneta se concretó en el barrio 40 Viviendas, donde acudió para refugiarse en casa de una amiga.

Al respecto, vecinos del barrio mencionaron que se vivieron momentos de tensión cuando los hijos de la mujer, enterados del siniestro, le recriminaron por su accionar y lo echaron, pero justo llegó la Policía y lograron detenerlo.

 

 

(El Territorio – Por Daniel Villamea)

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