Home / Internacionales / Tres niños y dos adultos murieron en violenta masacre a pocos kilómetros de Misiones
El ataque ocurrió en la mañana de este martes en el centro de la ciudad. Foto: Gentileza ND+

Tres niños y dos adultos murieron en violenta masacre a pocos kilómetros de Misiones

El agresor de 18 años entró con un facón a un jardín de infantes en el municipio brasileño de Saudades, interior de Santa Catarina y ya fue detenido. Ocurrió a 150 kilómetros de la frontera con la provincia de Misiones.

Tres niños y dos adultos murieron en violenta masacre a pocos kilómetros de Misiones

 

 

 

Al menos tres niños y una maestra fueron asesinados hoy por un adolescente que entró con un facón a un jardín de infantes en el municipio brasileño de Saudades, interior de Santa Catarina, a 150 kilómetros de la frontera con la provincia de Misiones, informaron las autoridades educativas.

El agresor fue detenido luego de matar a tres niños y a la docente, dijo la secretaría de Educación del municipio, de unos 9.000 habitantes.

 

 

«Entramos y vimos una escena de terror, niños en el piso, sangre por todos lados», dijo Gisela Hermann, secretaria municipal de educación, quien detalló que había tres niños y una profesora muertos.

 

Horror en Brasil: un adolescente mató a tres niños y una maestra en un jardín de infantes

Horror en Brasil: un adolescente mató a tres niños y una maestra en un jardín de infantes

Un adolescente de 18 años fue detenido este martes luego de asesinar con un facón a tres bebés menores de 2 años, una maestra y una funcionaria del área de salud en un jardín de infantes de la pequeña ciudad de Saudades, en Santa Catarina, sur de Brasil, a casi 150 kilómetros de la frontera con la provincia de misiones, informó la policía.

El asesino cometió la masacre por motivos que aún se investigan en el jardín de infantes Aquarela, adonde ingresó y comenzó a perseguir a una maestra, a la que acuchilló y luego siguió con los bebés y una agente de la secretaría de Salud que estaba en el lugar como parte del operativo especial para dar clases presenciales en la pandemia.

«Entramos y vimos una escena de terror, niños en el piso, sangre por todos lados», dijo Gisela Hermann, secretaria municipal de Educación.

La agente de salud atacada murió en el hospital regional de Chapecó, a 67 kilómetros de distancia, donde no resistió a las heridas recibidas.

El comisario Newton Casagrande, de Chapecó, a 67 kilómetros de Saudades, en un principio dijo que no podía confirmar la cantidad de víctimas y que estaba yendo hacia el lugar. «No sabemos qué motivó este ataque, estamos investigando», dijo al canal NSCTV, la mayor cadena de noticias de Santa Catarina.

El comisario Jerónimo Marçal, de la comisaría de Saudades, dijo que la investigación inicial determinó que otro bebé fue atacado pero quedó fuera de peligro.

El lugar estaba semivacío a raíz de que no se permite más de 35% de aforo en las escuelas a raiz de la pandemia, en una región que continúa desde febrero en colapso sanitario con alta ocupación de camas de UTI.

La ciudad se encuentra a casi 150 kilómetros de Bernardo de Irigoyen, ciudad misionera que forma parte de la frontera seca con Brasil.

«El agresor se encuentra hospitalizado», dijo el jefe policial, quien indicó que encontraron otras armas en el cuarto de la casa del asesino.

Esta masacre en un jardín ocurre casi dos años después de que el 13 de marzo de 2019 dos jóvenes asesinos armados mataron a ocho alumnos y profesores y luego se suicidaron.

La mayor masacre escolar en Brasil ocurrió el 7 de abril de 2011 en una escuela pública de Realengo, barrio de Río de Janeiro, cuando un ex alumno mató a 13 personas entre niños y profesores.

La gobernadora interina de Santa Catarina, la bolsonarista Daniela Reinher, decretó luto por tres días y prometió asistencia a las familias de las víctimas.

La maestra Aline Biazebetti, vecina de la guardería y jardín de infantes municipal, contó que estaba a pocos metros del lugar durante la masacre, escuchando gritos de socorro y pedidos para llamar a la policía. «Lo primero que hice fue llamar a la policía pero no podía hablar, apenas pedí auxilio. De pronto vi a todas mis compañeras sacando corriendo a los chicos, uno con heridas. Nadie podía pensar algo así, incluso había poca gente por las limitaciones de la pandemia», contó Biazebetti.

Otras maestras se escondieron en un cuarto donde se guardan los pañales con varios bebés y lograron impedir el ingreso del homicida, contó. «En un momento se cansó de intentar abrir la puerta a los empujones y se fue», agregó. Para la profesora, «será difícil volver a esta escuela con estas escenas de horror».

La ciudad está en estado de shock con decenas de padres en la puerta del jardín de infantes municipal Aquarela.

Comentários no Facebook