La adolescente sufre ataques de pánico y no quiere volver al colegio. Los agresores están en libertad por ser menores de edad.

Una estudiante de segundo año de la Escuela Normal de Concepción de la Sierra fue violada por cuatro compañeros de curso luego de que una amiga la llevara bajo engaños hasta la casa de uno de los sospechosos. El caso, que mantiene conmocionado a todo el pequeño pueblo del sur de Misiones, no tiene detenidos porque los acusados son menores de edad.

Mientras en el colegio optaron por no hablar, trascendió que al menos uno de los involucrados en el hecho fue sorprendido con marihuana en su mochila y también habría intentado agredir a una docente.

Todo empezó con una travesura común entre adolescentes, hacerse la rata del colegio, y terminó con un grave ataque sexual a una nena de 14 años.

El caso puso en alerta a todo Concepción la Sierra, y en particular a los padres que envían a sus hijos a la Escuela Normal del lugar, a la que asistirían tanto víctima como victimarios, todos menores de edad.

Según trascendió en medio de un gran hermetismo tanto de parte de la institución como de las autoridades, la estudiante de 14 años no habría ingresado al colegio como estaba previsto.  En su lugar habría sido llevada por una amiga hasta el hogar de otro compañero de curso, donde fue obligada a tomar una mezcla de caña y pastillas (se cree que un ansiolítico).

De acuerdo a la denuncia realizada por la madre de la víctima ante la Comisaría de la Mujer, de la Unidad Regional Uno de Posadas, una vecina la alertó de que su hija estaba en el hospital local porque había sido atacada sexualmente. El hecho ocurrió cerca de las 10 del pasado jueves en Concepción de la Sierra, cuando tres chicos y dos chicas compañeros del segundo año de la escuela Normal, decidieron no concurrir a la escuela y se dirigieron a la casa de uno de ellos.

Según el propio testimonio de la menor, en ese estado de desprotección en que la dejó la mezcla, fue violada por el dueño de la casa y por otros tres alumnos, también compañeros de clase. La adolescente relató que en un momento la situación se descontroló y que dos de los adolescentes de 14 y 16 años, de manera imprevista, intentaron quitarles las ropas para abusar de ellas.

La joven fue rescatada por un remisero que vive frente a la casa donde ocurrió el abuso. “Este hombre vive enfrente de la casa donde ocurrió todo e intervino cuando escuchó los pedidos de auxilio de mi hija”, contó la madre de la nena abusada en diálogo con medios nacionales. Según su versión, el hombre cargó a la adolescente en su auto y la llevó al hospital, mientras que una vecina daba aviso a la familia de lo que había pasado.

Cuando llegó la madre, encontró a la adolescente en ropa interior, semidesvanecida, ensangrentada y sucia. “No me hagan más daño… no me lastimen más”, gritaba la nena según su testimonio.

La víctima, al comenzar a recuperarse del ataque, mencionó en un primer momento a dos de los involucrados, en tanto que más tarde sumó los nombres de otros dos implicados.

Debido a la edad de los jóvenes agresores, todos alrededor de los 14 años, estos son inimputables para la ley, por lo que sólo fueron demorados por la policía y luego entregados a sus familiares, previa disposición de un Juzgado de Menores de Posadas.

La nena en tanto debió ser derivada al Hospital Madariaga con lesiones graves en la zona genital. Además, en base al testimonio de la mamá, pudo saberse que luego del abuso, la menor comenzó a sufrir ataques de pánico y le cuesta dormir, en tanto que no quiere volver al colegio.

Por orden del Juzgado Correccional y de Menores 1 de la Primera Circunscripción Judicial, a cargo de Miguel Faría, fue detenido el principal sospechoso, de 14 años, aunque después de declarar fue entregado a sus padres.

Desde la institución no emitieron ningún tipo de mensaje, ni comunicado, aunque trascendió que uno de los menores involucrados, cuenta con antecedentes de mala conducta en la institución, que incluyen el ataque a un profesor y tenencia de marihuana.

La madre de la chica admitió que el futuro para su familia será complicado. “Nos destruyeron la vida. Mi hija no quiere ir más al colegio y para nosotros va a ser difícil porque los atacantes están libres”, dijo, resignada.

Fuente: Clarin