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Schwartz -a la izquierda- volvió a declararse inocente. | Foto: Luciano Ferreyra

La fiscalía solicitó 19 años de prisión para ex concejal acusado de abuso

El acusado estuvo acompañado por su esposa, hijos y otros familiares. En la misma sala estuvieron la nieta que denunció los abusos y sus padres.
El caso salió a la luz el 20 de septiembre 2016, cuando una hija de Schwartz de 37 años se presentó ante la Comisaría de la Mujer de El Soberbio para denunciar que su hija, entonces de 14 años, le contó que su abuelo la violó en dos ocasiones.

Desde un primer momento la mujer remarcó que creía en los dichos de la menor porque dos décadas antes ella también habría sido víctima de su progenitor, aseguró.

Luego de escuchar a los testigos, tras su alegato la fiscal Estela Salguero consideró ayer que “existen elementos de convicción más que suficientes para sostener la acusación” sobre el imputado y solicitó la pena de 19 años de prisión.
A su turno, Roberto Boilini, defensor de Schwartz, opinó que “no se acreditó el acceso carnal” y consideró que “el informe de la Cámara Gesell no fue contundente” respecto a la culpabilidad de su cliente. “Semejante pena debe tener un respaldo. No alcanza con la simple declaración de una persona”, subrayó el defensor particular, tras lo cual pidió la absolución de su cliente. Luego de un breve cuarto intermedio, el presidente del Tribunal Penal Uno, José Pablo Rivero, informó que dicho cuerpo resolvió analizar la grabación de la Cámara Gesell que indagó a la presunta víctima sobre el hecho que se investiga.

Por ello, se fijó audiencia para hoy a las 9, oportunidad en que las partes podrán observar la prueba. Posteriormente se conocerá el veredicto.

“Amaba a su abuelo”

Los magistrados consideraron que la revisión de la grabación de la Cámara Gesell es una medida necesaria habida cuenta la gravedad de la acusación sobre el ex edil.
El expediente 111.097/16 fue caratulado como “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y la convivencia preexistente”, delito que contempla desde 8 y hasta 20 años de cárcel.
Para la fiscal, Schwartz aprovechó la “vulnerabilidad de la víctima que amaba y confiaba en su abuelo”, delito que se agravó por ser reiterativo, ya que la menor refirió que fue abusada en dos ocasiones.
Tenía cinco años cuando fue violada por primera vez por su abuelo y el hecho se habría perpetrado en un camping, donde vivían. La segunda vez tenía ocho o nueve años, declaró, y para entonces residían en una propiedad ubicada sobre ruta costera 2.
“Por lo general estos casos suceden puertas adentro, sin testigos. Por eso cobra relevancia los dichos de la víctima. Contó lo que pasó en Cámara Gesell y en cuatro entrevistas con una psicóloga. La menor declaró: ‘mi abuelo abusó de mí cuando tenía cinco años; fue una tarde, me dijo no cuente a nadie. Mis tíos salieron a comprar y quedamos con mi abuelo a limpiar el camping’. En el segundo hecho: ‘estaba jugando en la pieza de mi tía y mi abuelo me dijo que vaya con él’”, detalló Salguero.

El miedo estuvo presente en ambas ocasiones y se prolongó por años, hasta que tuvo edad para comprender lo sucedido y se lo contó a su mamá.

La fiesta de 15 

Desde un primer momento, al igual que ayer, el acusado negó las acusaciones y argumentó que la denuncia en su contra habría sido una “venganza” porque no quiso costear los gastos de la fiesta de 15 de su nieta.
La madre de la menor es hija de una primera pareja de Schwartz, quien con su actual mujer tuvo más hijos, la menor de los cuales tiene la misma edad que la nieta que lo denunció.
“El acusado abunda en explicaciones sobre la fiesta de 15 y supuestos celos hacia la tía que también cumplía 15 años en septiembre (del 2016). Que él les dijo a las nenas que si no tenían novio e iban bien en el colegio les haría la fiesta y que la nieta no cumplió. Un relato muy bien aprendido por el acusado, su hijo y su esposa que declararon acá. Cuando no sabían cómo seguía el relato y se cortaban, retomaban el tema del cumpleaños de 15. Que todo fue por celos, algo imposible de creer”, indicó la fiscal.

Como contrapartida, mencionó que la presunta víctima nunca habló de la fiesta y dichas circunstancias. En tanto, la Cámara Gesell “fue contundente”, con un relato congruente, no fantasioso ni tendiente a perjudicar a nadie.

Negó todo 

La madre de la menor declaró que si bien fue víctima de su padre, durante más de dos décadas pensó que “podría perdonarlo” y confió que con su nieta revertiría la conducta que tuvo con ella.

“No decía nada porque veía el trato de su padre con su hija y pensaba que el hombre quería rectificar lo que antes hizo con ella”, explicó la fiscal.

Incluso, la madre tomó ciertos recaudos, como no dejar a la nena sola de noche con el abuelo. “Por eso las dos veces abusó de día”, agregó. Pero la chica creció, comenzó a entender las cosas y se dio cuenta de lo que había pasado.

“Fue entonces que le contó a su mamá y ella no dudó una palabra de lo que dijo su hija, porque el acusado hizo lo mismo con ella”, remarcó Salguero.

Asimismo, refirió que Schwartz fue imputado en causas por lesiones y amenazas, aunque nunca fue condenado.
A su turno, el defensor Boilini insistió en que no se acreditó el acceso carnal y consideró que el informe de la Cámara Gesell no fue contundente respecto a la culpabilidad de su cliente.

“Por qué de golpe empezó a sentir tanta bronca por el abuelo y lo denunció. No se explica”, opinó, al tiempo que él mismo se puso como ejemplo: “A cualquiera nos pueden hacer una denuncia sin elementos y si prosperaran estaríamos todos presos”.
Schwartz volvió negar la acusación y subrayó: “Me duele mucho tener que estar pasando por esto porque soy totalmente inocente”.

“Nos tuvimos que ir por las amenazas”

Luego de la denuncia, la familia de la menor se mudó a la provincia de Corrientes, donde residen. Su padre reconoció que “nos tuvimos que ir por las amenazas que recibíamos en El Soberbio. Yo soy nacido y criado allá, pero nos tuvimos que ir porque había muchas presiones”. “Confiamos en la Justicia y el culpable tiene que pagar. Esto realmente pasó, no creo que ningún ser humano pueda inventar algo así. Mi hija y mi señora son las víctimas y no quiero que a nadie más le pase lo mismo. No tenemos abogados, pero nuestro abogado es Dios y creo que los jueces van a actuar bien”, agregó. El hombre calificó a Schwartz como “un mentiroso y violento”, al tiempo que lamentó que su hija y su esposa nunca contaron con asistencia psicológica.

(El Territorio – Por Daniel Villamea)

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