Qué se sabe del avión que partió de San Fernando, a ocho días de la desaparición

Pasó una semana desde que el turbo hélice bimotor en el que iban Facundo Vega (copiloto), Matías Ronzano (piloto) y Matías Aristi (hijo del dueño del vehículo, de una familia muy conocida en Bragado) partió del aeropuerto de San Fernando. El avión recorrió 17 kilómetros en cinco minutos y no apareció nunca más.

La tarde del lunes 24 de julio, los operadores le reportaron al piloto sobre un problema en el radar y le pidieron que vuelva para hacer un control, pero la transmisión se cortó. La aeronave era de la empresa de servicios agropecuarios Aibal S.A. e iba a la localidad de Las Lomitas, en Formosa.

La semana pasada, la jueza Sandra Arroyo Salgado dejó trascender la hipótesis de que una cuarta persona se podría haber subido sin declarar su presencia en el manifiesto de vuelo para evitar los protocolos de seguridad. Esta teoría reforzó la idea de que las señales que emite la aeronave se podrían haber apagado intencionalmente para esquivar los radares e ir a otro destino.

Mientras tanto, el comité de crisis de la Administración Nacional de Aviación Civil lleva adelante un operativo de búsqueda junto con la fuerza aérea uruguaya, Gendarmería y Prefectura Naval. Los esfuerzos para encontrar al avión Mitsubishi matrícula LV MCV están concentrados en la zona donde hay más indicios de que podría estar, según los radares. Se trata de un área sobre el río Uruguay, entre las localidades de Carmelo y Fray Bentos.

OPERATIVO. Ampliaron la zona de rastrillajes por el avión desaparecido (Foto: ANAC).

Durante el fin de semana se duplicaron los esfuerzos. El equipo de búsqueda sumó drones a la búsqueda y amplió la zona de rastrillaje. Sin embargo Juan Irigoin, administrador de aviación a cargo del operativo, alimentó la hipótesis de que la avioneta cayó al agua. “El Río Uruguay es casi un mar, si el avión cayó ahí va a ser muy difícil encontrarlo porque tiende a hundirse. En ese caso, lo lógico es que se haya destruido y la corriente se lo haya llevado. Por eso rastreamos toda la costa del Río de la Plata”, explicó a TN.com.ar.

Ochos días son 192 horas: toda una vida para la familia de los tripulantes desaparecidos que esperan con desesperación recibir alguna noticia. Ninguno de los rastreos dio resultados. Una semana después de que no supieron más de ellos a los seres queridos de Facundo Vega, Matías Ronzano y Matías Aristi solo les queda esperar; tal como explicó la mamá del piloto: “Cada avión que escucho en el aire, pienso que es él que vuelve. Me siento una tonta porque no puedo hacer nada más. Solo rezar».

(TN)