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«Perdí 9 años de mi vida»: conozca el viaje de una mujer trans después de un impresionante encuentro con Jesús

«Siento que he perdido nueve años de mi vida». Así es como Laura Beth Perry Smalts ve ahora los nueve años que intentó desesperadamente vivir como un hombre transgénero.

Smalts, una cristiana que comparte abiertamente su viaje de confusión de género explicó el enigma en el que se encontraba.

«Simplemente pensé que era un hombre nacido en un cuerpo de mujer», dijo Smalts durante la reciente conclusión del podcast «Adoctrinamiento Generacional». «Y sólo necesitaba arreglar el cuerpo».

Sin embargo, la búsqueda de Smalts para hacer la transición la llevó a intentar desesperadamente demostrar que no era su género biológico. Tomó hormonas y se operó para cambiar todos los aspectos de su cuerpo -incluida la eliminación de su sistema reproductivo- para que coincidiera con sus sentimientos internos.

«También estaba todo el arrepentimiento por las cosas que le hice a mi cuerpo: el hecho de no tener más pechos», explicó. «Y acabé casándome, y mi esposo no sabía si volvería a tener pechos. Pude operarme los pechos hace unos tres meses y ponerme implantes, pero no es lo mismo».

Escucha a Smalts compartir su historia:

Smalts, que se hizo cristiana mientras seguía viviendo como hombre transgénero y finalmente se destransicionó, se pregunta ahora por qué ninguno de los médicos que la atendieron mencionó la naturaleza perjudicial de los procedimientos médicos en los que participó.

«Es tan enloquecedor cuando miro hacia atrás… ¿dónde están los médicos que estaban dispuestos a decir: ‘¿Oye, espera un segundo, esto no es realmente bueno para tu cuerpo’?» dijo Smalts.

Contó cómo, en un momento de su viaje transgénero, su sangre había empezado a espesarse, pero en lugar de instarla a interrumpir los tratamientos, el médico que la atendía tomó otra vía.

«Mis niveles de sangre eran tan malos… mi sangre era demasiado espesa», dijo. «Mi médico temía que estuviera en peligro de sufrir un derrame cerebral, pero, en lugar de decirme que esto no era bueno para mí, me hizo ir al banco de sangre cada mes más o menos para hacer una extracción terapéutica, en la que simplemente me sacaban una tonelada de sangre para intentar centrifugarla».

Smalts añadió: «¿Por qué nadie dijo nunca: ‘¿Esto no es bueno para ti, para tu cuerpo’?».

Trágicamente, nunca podrá tener un hijo biológico con su ahora esposo, algo profundamente desafiante y desgarrador.

«Ahora que me he casado, ha sido un gran arrepentimiento, y he derramado muchas lágrimas por no poder tener un bebé con mi esposo», dijo.

Smalts es sólo una de los miles de personas que se han visto envueltas en la locura transgénero. Anteriormente compartió su historia con Faithwire de CBN, explicando cómo creyó muchas mentiras que la llevaron al viaje transgénero inicial.

Sus inevitables cambios se arraigaron cuando investigó sobre otras cirugías invasivas y vio algunas de las posibles complicaciones.

«Me di cuenta con horror de que nunca iba a ser un hombre, hiciera lo que hiciera», dijo Smalts a Faithwire a principios de este año. «Empecé a darme cuenta… Podía tener esta apariencia externa de hombre, todo el mundo podía pensar que era un hombre, pero yo sabía la verdad por dentro».

Smalts continuó: «Constantemente tenía que anular esa verdad. Es como en Romanos 1, donde dice: ‘Reprimieron la verdad con injusticia’. Yo sabía la verdad todo el tiempo, pero estaba constantemente tratando de anularla».

Lea más sobre su historia aquí.

FUENTE MUNDO CRISTIANO

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