El valor de Hugo Sosa al dejar en evidencia a Camilo Joaquín Ferreyra (24), quien manejando alcoholizado atropelló y mató a su hijo, Iván Ezequiel (20), hace cuatro años y pese a estar inhabilitado judicialmente hasta mediados de 2022 seguía conduciendo un camión de repartos en la localidad de Cerro Azul, tuvo repercusión inmediata en el ámbito judicial.
Fuentes ligadas al expediente indicaron que se habría corroborado que no solamente manejaba estando impedido por el término de seis años, sino que supuestamente tampoco cumplió con las tareas comunitarias impuestas en la condena. En octubre del año pasado Ferreyra había sido intimado para que acredite el cumplimiento de ese mandato pero nunca lo hizo.
Eso sería argumento suficiente para que se ordene su arresto, lo que lo obligaría a cumplir la totalidad de la pena; en cambio, si acataba la orden, el castigo estaría concluido en dos meses. Pero no lo hizo, de acuerdo a un informe de constatación emitido por la Policía de Misiones, por lo que si es aprehendido debería permanecer privado de la libertad el tiempo completo que le fue impuesto en su momento.
Periplo judicial
En dialogó exclusivo con El Territorio el papá de la víctima fatal manifestó que jamás imaginó que su hijo terminaría muerto sobre la ruta. “Eran las 7.40 cuando mi madre me llamó y me preguntó si Iván ya había regresado de Apóstoles. Le contesté que no y me dice que vea qué pasó porque había ocurrido un accidente y parecía que se trataba de mi hijo. Entré en desesperación y en eso llegó la Policía. Efectivamente, habían matado a mi hijo, me lo arrebató un tipo que no tiene respeto por la vida porque encima huyó del lugar”.
Y continuó: “Esa noticia fue la más triste de mi vida. Lo peor es que quien mató a Iván estaba con alcohol en sangre, no así mi hijo. Después de todo eso empezó un camino duro y muy difícil. Nos destruyó la vida y hoy verlo manejar impunemente por todos lados es como si volviera a matarlo. Este muchacho tiene una condena por eso me pregunto cómo maneja, acaso lo hace sin licencia y si tiene licencia, quién le ha otorgado siendo que está inhabilitado”, cuestionó Sosa.
De acuerdo a lo que se pudo averiguar este matutino, la licencia que exhibió Ferreyra a los uniformados que lo frenaron para constatar su condición sería de 2015 (previo a la condena), por lo que dejaría en evidencia que después de ser condenado no procedieron a retenerla. Continuó utilizándola para darle un marco de legalidad a sus recorridos.
“El año pasado lo denuncié porque lo vi manejando y este viernes -por la semana pasada- nuevamente lo denuncié porque maneja por todos lados, anda como si nada, desobedeciendo a la Justicia y pedí las pruebas de las cámaras que están en varios sectores donde pasó manejando y fueron cinco los testigos que fueron a declarar en la denuncia que hice en la comisaría, que también lo vieron manejar”, explicó.
El hombre siguió explicando que “el lunes fui a ver el resultado de la denuncia y debe pasar por el Juzgado de Alem y de ahí espero que se tome alguna medida contra Camilo, que es quien mató a Iván. Así ya no podemos más, Iván estaba lleno de ilusiones, tenía un corazón noble, es más, teníamos un lavadero de autos y la tarde del sábado él lavó el auto de Camilo y le hizo precio porque Camilo no tenía para pagar el lavado completo. Le lavó ese mismo vehículo que fue el arma que ese hombre usó alcoholizado la mañana siguiente terminando la vida de Iván”.
El día del hecho, la víctima regresaba de un encuentro de motos en Apóstoles, pero se durmió en el colectivo y se pasó varios kilómetros del lugar donde debía bajarse, por lo cual debió caminar un largo trayecto a un costado de la ruta 14 hacia su casa, pero nunca llegó. En el camino encontró la muerte a manos de Ferreyra, quien conducía un Renault 9 con el cual embistió a la víctima y luego huyó de la escena. Tras la intervención policial, el conductor fue localizado y dio 0,95 en el test de alcoholemia, superando lo permitido por la Ley Nacional de Tránsito. Permaneció unos días demorados pero luego recuperó la libertad y un año después fue condenado a tres años de prisión en suspenso y seis de inhabilitación para conducir por el delito de homicidio culposo en accidente de tránsito.
(El Territorio – Por Cristian Valdez)