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ESCONDIDO EN EL MONTE. Los uniformados de la UR-IX descubrieron a Vera doce horas después del hallazgo del cadáver masacrado de su concubina.

Juzgarán a changarín por matar a machetazos a su concubina

Oscar Vera (55) está acusado por el femicidio de María Pintos (44). A partir del martes 3 de julio, se sentará como único sospechoso frente al Tribunal Penal 1 de Posadas. Enfrenta una posible condena de prisión perpetua.             

El martes 11 de diciembre de 2012, el Congreso nacional promulgó la siguiente reforma al artículo 80 del Código Penal Argentino: “Se impondrá prisión perpetua al que matare a su ascendiente, descendiente, cónyuge, excónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia”.
 
Lejos, tal vez demasiado lejos de saberlo, estuvo dos años después Oscar Vera (55), un changarín de Puerto Menocchio que intentará defenderse a partir del próximo martes 3 de julio del femicidio que se lo acusa por la muerte a machetazos de su pareja María Pintos (44).
 
Vera será juzgado ante el Tribunal Penal 1 de Posadas, presidido por Eduardo D’Orsaneo y los vocales Martín Errecaborde y Ángel Dejesús Cardozo. Será acusado por la fiscal subrogante Amalia Benedicta Spinnato.
 
El trabajador rural de General Urquiza fue detenido tras el hallazgo de María Pintos con la cabeza y el pecho destrozados a machetazos en una zona de monte del paraje Cuatro Bocas de esa localidad.
 
De acuerdo a la reconstrucción de lo sucedido durante el atardecer del miércoles 17 de diciembre de 2014, Vera atacó a su concubina a golpes, la obligó a llegar a la costa del arroyo El Bugre y allí la ultimó a machetazos. 
 
De las cinco lesiones graves que detectó la autopsia, una fue determinada como letal y correspondió a la que le abrió el cráneo y provocó el desprendimiento de la masa encefálica. 
 
Las restantes fueron cortes en el hombro derecho, en la nuca, en la espalda, en el esternón y en la mano derecha, clara señal de que Pintos intentó defenderse del ataque.
 
Según la acusación, Vera arrastró el cadáver hasta dejarlo a la vera de un camino terrado, donde a las 18.50 del día siguiente, un colono, quien siguió a sus perros, se topó con la escalofriante imagen de la mujer masacrada. Llamó a la policía y los uniformados no tardaron en comprobar que se trataba de María Pintos. 
 
Rápidamente los investigadores orientaron sus sospechas hacia su pareja, quien había desaparecido de su domicilio y de los lugares que solía frecuentar.
 
Sin embargo, los efectivos de la Unidad Regional IX, lo ubicaron doce horas después y lo detuvieron por el femicidio. Lo sacaron de su escondite en el monte, no muy lejos del sitio donde habría derramado sangre inocente y con las primeras evidencias en su contra impregnadas en el rostro, brazos y piernas: los arañazos de su víctima.
 
No hizo falta conocer mayores detalles de la autopsia para tener dimensión de la agresividad y crueldad del ataque. Solo se agregó que el atacante era afecto al consumo excesivo de bebidas alcohólicas, principalmente caña.
 
Encuadre legal
Desde noviembre de 2012, el femicidio fue incorporado al Código Penal Argentino como un tipo agravado de homicidio.
El artículo 80 prevé que “tendrá pena de prisión perpetua el que matare a su excónyuge o persona con quien mantiene o mantuvo una relación de pareja, mediare o no convivencia”.
A diferencia de lo que ocurría antes de la modificación, esta reforma extiende el agravante a todo tipo de relaciones extramatrimoniales, incluso el noviazgo.
(P.E.)

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