Se lo acusa de uno de los crímenes más brutales de los últimos años en Misiones y las pruebas en su contra son tan fuertes que trató de reducir la pena en juicio abreviado, para lo cual deberá reconocer la autoría del hecho.
Pero Juan Carlos Baumgart (27), imputado por el horrendo homicidio de Angélica Suárez (20), cuyo cadáver fue hallado dentro de una valija en el arroyo El Soberbio de la misma localidad, parece no comprender la gravedad de la acusación en su contra e inició una huelga de hambre para forzar un acuerdo a todas luces imposible.
Baumgart permanece alojado en la Unidad Penal VII de Puerto Rico y las últimas dos semanas bajó cinco kilos de peso, según el informe remitido al Tribunal Penal Uno de Oberá, órgano que fijó para el próximo 5 de octubre la fecha de inicio del debate oral y público por el asesinato de Suárez.
“El imputado es consciente de que las pruebas lo comprometen seriamente y quiere acordar en juicio abreviado, reconociendo la autoría del hecho, pero parece que no mensura la gravedad del hecho y pretende una pena de 7 años, algo irrisorio con relación al delito”, precisó una fuente del caso.
Ante la falta de acuerdo, el acusado redobló la apuesta e intentó presionar con una huelga de hambre que sostuvo hasta la semana pasada, cuando por recomendación de su defensa habría desistido en la medida.
Ahora deberá rever su postura en cuanto al monto de la pena en juicio abreviado, o enfrentar al Tribunal Penal en debate oral.
Macabro hallazgo
El cadáver de Angélica Suárez fue encontrado en aguas del arroyo El Soberbio por dos jóvenes que estaban pescando y divisaron una valija que sobresalía de la superficie.
Fue así que al corroborar el contenido de la misma se toparon con el cuerpo de la joven que había estado desaparecida por más de 20 días.
En principio fue detenido quien entonces era el novio de la chica, un instructor de boxeo del pueblo, quien resultó sobreseído porque todas las pruebas apuntaron a Baumgart, ex pareja de la víctima y con quien tuvo una hija, actualmente de 4 años.
En base a los elementos de prueba recolectados, y tras la realización de la reconstrucción del hecho en la que fue clave el relato de un remisero, el fiscal Andrés Cáceres realizó el requerimiento formal de elevación a juicio.
Luego el expediente fue remitido desde el Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente, a cargo del magistrado Gerardo Casco, al Tribunal Penal Uno de Oberá que fijó fecha de debate para el 5 de octubre.
En principio, Baungart afrontará cargos por homicidio calificado por el vínculo y podría recibir la pena de prisión perpetua.
Prueba clave
La reconstrucción del asesinato de Angélica Suárez se realizó en marzo del año pasado y dejó expuestos varios contrapuntos entre la versión que brindaba Baumgart y la del remisero Miguel Pereira (27), considerado un testigo clave.
Según se pudo determinar, Pereira fue quien trasladó al sospechoso en su vehículo desde un supermercado de la avenida San Martín hasta su vivienda, y después hasta las proximidades del puente sobre el arroyo El Soberbio, donde llevó consigo la valija en la cual se presume estaba el cuerpo de la víctima.
Peritos de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas del Poder Judicial (Saic) recorrieron el trayecto descripto por Baumgart y por Pereira en sede judicial.
El acusado trazó un itinerario por calles internas del barrio, con punto final del viaje en la esquina de la casa de su mamá, debido a que el remís no pudo subir una pendiente con muchas piedras sueltas.
En cambio, el testigo recordó sobre eso que manejó directo por la avenida principal hasta ingresar al barrio, donde hizo tres cuadras en subida y por la misma calle de tierra antes mencionada hasta dejarlo justo frente a la casa.
Pero la contradicción más importante fue cuando Baumgart mencionó que ahí terminó el viaje y se quedó en la vivienda sin salir, aunque el remisero lo desmintió asegurando que llegó a entrar parte del auto al patio ante el pedido del acusado para llevar “herramientas” hasta una carpintería.
Pereira afirmó que el imputado salió de la casa con una valija, la colocó en el baúl y fueron hasta la zona del puente, donde se bajó, pagó el viaje, sacó la valija y desapareció por un trillo. Tres semanas después hallaron el cuerpo de la víctima en el mismo arroyo.
Murió estrangulada
Para los pesquisas, la causa de muerte nunca estuvo en duda, dado que los policías que hallaron el cuerpo notaron que tenía una chalina en la boca. Asfixia fue el primer diagnóstico, pero el segundo y muy importante paso era establecer si esa complicación respiratoria fue provocada por sumersión por el agua o mecánica por un estrangulamiento. Los resultados de la autopsia arrojaron como conclusión que murió por un estrangulamiento, en el que habría participación de otra persona y, por consiguiente, esto ayuda a definir que la víctima ya estaba muerta cuando la arrojaron al arroyo.