Home / Policiales / “No hay palabras de consuelo, a mí me sacó un pedazo de mi alma”

“No hay palabras de consuelo, a mí me sacó un pedazo de mi alma”

Según la autopsia, Viviana murió de asfixia por sofocamiento.

Bonpland vivió ayer uno de sus días más tristes. Familiares, conocidos y vecinos se acercaron al cementerio local para brindarle el último adiós a Viviana Soledad Cabrera (26), asesinada el último fin de semana por su pareja, Lucas Cabrera (24), quien luego se suicidó.

Servicial, trabajadora y con muchos proyectos de vida, así describieron los presentes a Viviana, quien según la autopsia falleció como consecuencia de una asfixia por sofocamiento.

El último adiós de Viviana o Vivi, como la conocían todos, se dio ayer a la mañana. Tras un emotivo velatorio que había comenzado el domingo a la noche, sus restos fueron trasladados y sepultados en el cementerio local.

El Territorio fue testigo de la tristeza del pueblo, cuyos vecinos no encuentran respuestas a un hecho tan conmocionante para tan pequeña localidad.

 

En primera persona
En medio del dolor, Rafaela Navarro, madre de Viviana, dialogó brevemente con este matutino y recordó entre lágrimas a su hija.

“Nunca le reclamé nada a ella y a él tampoco, pero siempre veía que él era más inmaduro. Yo no le odiaba, ¿cómo voy a hacer eso? Sí me remordía de los nervios porque a veces uno se daba cuenta de que la pareja de ellos tenía problemas pero ella siempre dijo que estaba todo bien. Yo nunca me enteré que él le pegaba”, expresó Navarro.

La mujer agradeció el acompañamiento y las muestras de afecto que recibe desde que se conoció la noticia, pero aseguró que “no hay palabras para este momento. No hay palabras que me den consuelo. Esto duele en el alma. A mi me sacó un pedazo de mi alma. Siento un vacío, pero ese vacío lo voy a rellenar con mis nietos. Duele un montón y va a seguir doliendo toda la vida porque nunca uno va a olvidar a un pedazo de uno, como era Viviana”.

Por último, Navarro se animó a dejar un mensaje a la sociedad y a realizar un pedido angustiante: “Que se cuiden las chicas, que sepan dónde poner el ojo por los muchachos, que no le pase lo que le pasó a mi hija”.

Entre los asistentes, también estuvo Marlen, amiga y compañera de estudios de Viviana durante varios años.

Visiblemente emocionada, la muchacha aseguró no encontrar respuestas ante lo sucedido y remarcó algunos aspectos de la relación entre su amiga y Lucas Cabrera.

“No sé qué pasó ni por qué. Últimamente ella casi no hablaba con nosotros. Cuando lo conoció a Lucas se fue a vivir a Santa Ana, de donde era él. En una oportunidad me dijo que vaya a verla cuando yo quiera, pero ella no tenía un número de teléfono por mucho tiempo desde que estaba con él. La causa, no lo sé. Me duele lo que pasó, nosotros nos recibimos juntas, ella tenía tantos sueños y ahí está, él se llevó todo lo que ella era cuando decidió quitarle la vida”.

La entrevistada recordó que su amiga se separó “dos o tres veces de Lucas”, hasta que él decidió volver a Bonpland para buscarla y allí se quedaron a vivir. En pareja llevaban cerca de un año y medio, pero conviviendo estaban por llegar a los diez meses.

 

“La vimos salir corriendo”
Por su parte, un vecino de Viviana aseguró que “esa noche hemos visto que ambos estaban revocando la casita que estaban construyendo. Se trataban muy bien. Vivimos pegados, prácticamente. No se escuchó nada, ni peleas ni nada, todo lo contrario a lo que dicen”.

Y luego agregó: “A la medianoche la vimos salir corriendo, al rato a él, quien le trae a la casa y desde ahí ya no se ve más nada. Al otro día no se los vio, era sábado. Vivi no fue a trabajar y él tampoco”.

En cuanto a los protagonistas, el vecino describió que “él era raro. No hablaba con los vecinos, no se daba con nosotros. Ella sí, ella era tan amable y nunca borraba su sonrisa”.

La ceremonia continuó con expresiones de dolor y desconsuelo de todos los presentes. Los llantos fueron protagonistas, pero en medio de los pésames hubo un grito que dejó a las claras el contexto social que se vive en Misiones y en el país. Una persona que prefirió no identificarse lanzó a los cielos un pedido demoledor: “Basta de matarnos a las mujeres. No somos objeto, somos seres humanos. Basta de cosificarnos”.

 

Femicidio y suicidio
Todo salió a la luz el sábado a la tarde, cuando Rafaela Navarro presintió que algo malo había sucedido. Una extraña sensación la llevó hasta la casa de su hija, pero al llegar nadie la atendió y la puerta estaba trabada.

Cuando al fin pudo ingresar, se topó con lo peor. En la cama yacía sin vida Viviana, en tanto que a unos metros de ella estaba Lucas, quien tenía en sus manos unos cables del tendido eléctrico.

De inmediato, en el lugar intervinieron efectivos policiales y autoridades judiciales del Juzgado de Instrucción Cinco de Leandro N. Alem. Según consignaron fuentes consultadas en ese momento, en el lugar no había evidencias de algún suceso violento o de inseguridad, por lo que la teoría de un robo comenzó a desvanecerse y la hipótesis de un femicidio seguido de suicidio tomó fuerza entre los pesquisas.

Todo se terminó confirmando al día siguiente. La necropsia dictaminó que el joven falleció por electrocución, en tanto que el final de la muchacha fue otro: asfixia por sofocamiento.

 (El Territorio)

Comentários no Facebook